dimecres, d’octubre 19, 2005

A E.H.T.


Lo malo es que a veces (Zugazagoitia) pretende "hacer estilo", y debe de creer, y otros lo creen sin duda, que muy bueno. Desde hace algunos años, a casi todos los folicularios españoles les ha dado por escribir, venga o no a pelo, con frasecitas cortas, con cláusulas breves, creyéndose con ello más "modernos" (...) se contentan con tronchar las oraciones, cortándolas a cada dos o tres vocablos con un punto seguido arbitrario, sin observar correspondencia alguna entre el desarrollo de la frase y el de la idea o pensamiento que pretenden expresar. Así resulta una frase cojitranca y jadeante. La atención del lector, como la materia suele ser parva y muy cursada, corre más veloz que la elocución del articulista, y se ve forzada a detenerse en las pausas indebidas de la prosa, desligadas de las pausas del discurso. Queriendo ser rápidos, son tartamudos. (Manuel Azaña, Diarios de guerra)
En llegir, fa molt poc, l'anterior paràgraf, vaig pensar immediatament en Eduardo Haro Tecglen. Acaba de morir, i m'esforço a pensar només en qüestions d'estil.