We, the people


Segons enquestes a peu d'urna (veure post i comentaris a El café de Ocata) un 96% de la població negra que ha votat, ho ha fet per Obama. M'agradaria saber el tant per cent de població negra que ha votat per primera vegada a la seva vida. He tendit sempre a creure que les dificultats per tirar endavant i per integrar-se dels negres a USA tenen un fort compenent moral (de desmoralització, en sentit orteguià traient punta semàntica a Nietzsche) i, de rebot, psicològic, que ens remet a la seva història terrible. Diu Hannah Arendt:

Con el paso del tiempo, al afluir una ola migratoria tras otra al país, fue cada vez más evidente incluso que los negros -a los que entretanto se había liberado y habían nacido y crecido en el país- eran los únicos a los que no se referían las palabras de Bancroft [George Bancroft, "The history of the United States", 1966] : "La acogida por parte de la colectividad fue de una cordialidad nunca vista".

Continuo amb cites:

- La esclavitud concentrada en un solo punto del globo, atacada por el cristianismo como injusta, por la economía política como funesta; la esclavitud, en medio de la libertad democrática y de las luces de nuestra época, no es, en absoluto, una institución que pueda durar. Terminará, por obra del esclavo o por obra del amo. En ambos casos hay que esperar grandes desgracias. (Tocqueville, 1835-40)
La desgracia més gran era una guerra entre races, que acabaria eliminant la raça negra, horror que Tocqueville no descartava en absolut.

- Está escrito con la mayor seguridad en el libro del destino que esta gente será libre, pero no es menos cierto que estas dos razas igualmente libres no podrán vivir en el mismo Estado. (Jefferson, a les seves Memòries)

- ...cuando le visitó (a Lincoln, en 1862) un grupo de delegados de color intentó convencerles de fundar una colonia en América central. (Richard Hofstadter, "The American Political Tradition", 1948)

Esperem, desitgem, que el fenomen Obama assoleixi que, per fi, els negres puguin sentir-se part de ple dret del consensus universalis que dóna lloc a la nació americana. No hay nada en la Constitución o en la declaración de intenciones de sus autores que hubiera podido interpretarse como una inclusión de la población esclava en el acuerdo original, recordava Arendt, als anys 60. Almenys ara, ara mateix, ja es pot dir que l'acolliment per part de la col.lectivitat ha estat prou cordial.