dimecres, de gener 12, 2005

A "El país"

Abans d'ahir, un article de Hermann Tertsch em va fer posar la pell de gallina i em va fer barrinar. Parlava d'un llibre recent (em sembla que encara no traduït a casa nostra; espero que Adan Kovacsics, excel.lent traductor i bon coneixedor de tota aquesta generació literària, s'hi posi aviat) de l'escriptor hongarès Peter Esterhazy. Diu Tertsch:

Esterhazy acababa de terminar Armonía celestial, la història de su gran família de la aristocràcia austrohungara -mecenas de Haydn, favoritos de emperadores, íntegros, valientes y generosos- Pero Esterhazy no presumía de familia ni títulos sino de su padre, de Matyas Esterhazy, noble represaliado bajo los comunistas que aguantó hasta su muerte todas las vejaciones y que, también después del sueño libertador de 1956, sacó adelante a su familia con cuatro hijos. Había concluido Armonía celestial , cuando se le ocurrió consultar, por curiosidad o vanidad, los archivos de la antigua policía política (AVO) en busca de su ficha. Horrorizado comprobó que con su ficha sin interés le entregaban cuatro gruesas carpetas que eran el producto de más de dos décadas de labor como confidente y delator de su amado padre. Versión corregida es -asumida como "corrección de Armonía celestial"- un libro sobrecogedor de un virtuosismo narrativo difícil de superar. Es un corazón partido por el dolor y la ira que demanda explicaciones al padre otrora adorado.

Evdentment, he recordat la pel.lícula de Costa-Gavras, La caixa de música; fa poc l'he tornat a veure a la tele; em sembla una pel.lícula de terror. També he pensat en la novel.la, La piel del lobo, de l'austríac Hans Lebert, la qual comença amb la següent cita:

Pero de mi padre/fui separado;/y cuanto más lo buscaba,/más perdía yo su huella./Sólo la piel de un lobo/encontré en el bosque;/vacía/estaba ante mí:/al padre/no lo encontré.
Richard Wagner, Walküre

"Què en sabem, de veritat, dels nostres pares?", li pregunta una amiga a la filla confiada, y segura de la innocència del pare; una Jessica Lange, per cert, immensa com a actriu, a la pel.lícula esmentada. No era un temps amable, certament. Ben segur que no n'hi ha hagut, de temps amables; Però el que esgarrifa és que, potser, ens referim a un temps corrosiu.

Per acabar aquest post de cites poc amables, unes paraules finals del pròleg d'Hanna Arendt a Los orígenes del totalitarismo:

El antisemitismo (no simplemente el odio a los judíos), el imperialismo (no simplemente la conquista) y el totalitarismo (no simplemente la dictadura), uno tras otro, uno más brutalmente que otro, han demostrado que la dignidad humana precisa de una nueva salvaguarda que sólo puede ser hallada en un nuevo principio político... Ya no podemos permitirnos recoger del pasado lo que era bueno y denominarlo sencillamente nuestra herencia, despreciar lo malo y considerarlo simplemente como un peso muerto que el tiempo por sí mismo enterrará en el olvido. La corriente subterránea de la Historia occidental ha llegado finalmente a la superficie y ha usurpado la dignidad de nuestra tradición.