dimarts, de novembre 23, 2004

Qué bueno que viniste




Qué triste era aquella España que estaba tan subordinada a los mandatos de Washington, pero qué bueno es ver ahora una España feliz, libre e independiente.

(Hugo Chávez)



Tirano Banderas caminó taciturno. Los compadres, callados com en un entierro, formaban la escolta detrás. Se detuvo en la sombre del convento, bajo la alerta del guaita, que en el campanario sin campanas clavaba la luna con la bayoneta. Tirano Banderas estúvose mirando el cielo de estrellas: Amaba la noche y los astros: El arcano de bellos enigmas recogía el dolor de su alma tétrica: Sabía numerar el tiempo por las constelaciones: Con la matemática luminosa de las estrellas se maravillaba: La eternidad de las leyes siderales abría una coma religiosa en su estoica crueldad indiana. Atravesó la puerta del convento bajo el grito nocturno del guaita en la torre, y el retén, abriendo filas, presentó armas. Tirano Banderas, receloso, al pasar, escudriñaba el rostro oscuro de los soldados.


Què tristes aquelles amèriques tiranitzades que inspiraven el geni de Valle-Inclán. Com és sabut, tot i que no se sap per què, la felicitat, la llibertat i la independència no són mai font de genialitats artístiques. Chávez no serveix ni per a una mala novel.la, però la Rèpública Bolivariana de Venezuela és feliç, lliure i independent. Espanya s'apressa a seguir el seu exemple.